El 90% del territorio español se corresponde a áreas rurales, donde apenas reside un tercio de la población del país.
Esto convierte a España en uno de los países más rurales de Europa, pero también uno de los que ha experimentado un mayor éxodo rural.
Aunque en los últimos años parece que el medio rural está recobrando, poco a poco, cierta importancia económica y social, aún hay retos que superar para favorecer su desarrollo sostenible.
Desde la Unión Europea (EU), a través de una Comunicación de la Comisión Europea, se definen diferentes ámbitos de intervención en zonas y comunidades rurales para hacerlas más fuertes, conectadas, resilientes y prósperas.
Esta Comunicación propone un Plan de Acción Rural con la finalidad de:
- Fomentar la cohesión territorial y crear nuevas oportunidades para atraer empresas innovadoras.
- Facilitar el acceso a empleos de calidad.
- Promover nuevas y mejores competencias.
- Garantizar mejores infraestructuras y servicios.
- Aprovechar el papel de la agricultura sostenible y de las actividades económicas diversificadas.
Entre las actuaciones necesarias para lograr estos objetivos se encuentra el desarrollo de las energías renovables para la creación de un sistema energético sostenible y eficiente que garantice el suministro energético de estas zonas, al tiempo que haga posible la descarbonización de la energía.
Con el desarrollo de las energías renovables en las áreas rurales, estas también se beneficiarán de aspectos como la creación de empleos y la reactivación económica.
Dentro del cómputo de energías renovables, los gases renovables, como el biogás y el biometano, ocupan una posición destacada como alternativa para el desarrollo de las áreas rurales.
Esto se debe a su capacidad de reducir la dependencia energética exterior y de usar las infraestructuras ya disponibles, por la posibilidad de generar energía de forma local y su facilidad de almacenamiento.
Es por esto que, las Estrategias de Transición Justa y Reto Demográfico del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO) cuentan con los gases renovables como vía para descarbonización y la generación de empleo en el transporte y la industria, haciendo especial énfasis en la creación de empleo verde en el medio rural.
El desarrollo rural en la Hoja de ruta del biogás
La implicación de la producción de biogás y biometano con una transición justa y reto demográfico queda recogida en su Hoja de Ruta, a través de las medidas incluidas en los instrumentos transversales:
- Apoyar proyectos de biogás en zonas de transición justa.
- Potenciación del uso de biogás por parte de las administraciones públicas y acercamiento de este combustible a la ciudadanía.
- Promover la implicación de la ciudadanía en la separación selectiva en origen de los biorresiduos de competencia local.
- Promocionar la creación de comunidades energéticas locales en el sector agropecuario.
- Impulsar el desarrollo del conocimiento del personal de las administraciones públicas implicadas.
- Crear grupos de trabajo con el sector de biogás y las asociaciones de residuos y agropecuarias.
- Coordinar la participación y realizar el seguimiento de proyectos europeos relacionados con la generación de biogás.
Y, aunque el objetivo de producción de biogás marcado en la Hoja de Ruta para 2030 es poco ambicioso (10,4 TWh), lo cierto es que España cuenta con un gran potencial para la producción de biogás y biometano, principalmente, gracias al amplio desarrollo del sector agroindustrial del país.
Los residuos orgánicos agroalimentarios, municipales o de lodos de depuradoras pueden valorizarse para la producción de biogás y biometano, a través de proyectos de proximidad y autoconsumo, convirtiendo a estos gases renovables en una alternativa energética con gran potencial en las áreas rurales, que contribuya a la vertebración del territorio y su desarrollo económico.
Biometano agroindustrial y autoconsumo
Teniendo en cuenta el desarrollo del sector agroindustrial en el país, desde la Asociación Española de Biogás (AEBIG) promueven un modelo de desarrollo del biogás y biometano en las áreas rurales similar al desarrollado en otros países europeos.
Este modelo se basa en la instalación de muchas plantas de pequeño y mediano tamaño para autoconsumo, creando una tupida red de proyectos de producción de energía renovable (biometano, calor o electricidad), gestión de residuos orgánicos locales (purines, estiércoles, alperujos, lodos, etc.), producción de biofertilizantes y, con todo ello, reducción de las emisiones de la ganadería y la agricultura.
Las estimaciones sobre el potencial de producción de biometano a partir del sector agroindustrial, EDAR y RSU en España equivalen a 40 GWh anuales, y supondrían una inversión estimada de 12 M€ y la creación de 8 empleos directos y 10 indirectos por planta.
Ahora bien, para lograr este desarrollo, hay una serie de barreras que superar en los próximos años:
- La creación de un marco legal y normativo que regule de forma eficaz la actividad relacionada con los gases renovables, especialmente el biometano.
- Disponer de un acceso competitivo a los residuos.
- Un marco normativo y fiscal que regule las aplicaciones del biometano respecto a su inyección en la red gasista.
- Plantear unos objetivos más ambiciosos para el biometano respecto a los que se plantean en la Hoja de Ruta del biogás.
- El funcionamiento del Sistema de Garantías de Origen renovable del biometano, que ayude a identificar su carácter renovable, que permita conocer su trazabilidad y el reporting de su uso como energía libre de emisiones.
- Reducir la complejidad relacionada con la obtención de permisos y la demora en los trámites para conseguirlos.
- La creación de incentivos específicos de apoyo a la producción, a la inyección en red y consumo del biometano.
- Una reducción de los impuestos asociados a la generación de biometano existentes, como el impuesto a la producción de energía o de autoconsumo, así como impuestos asociados en el punto de consumo como el de hidrocarburos.
- Resolver el problema de la alta dispersión de los residuos orgánicos que supone un impacto en los costes logísticos y, por tanto, en el coste de inyección a la red gasista.
- El establecimiento de mecanismos de apoyo e incentivos específicos para el desarrollo de la tecnología necesaria.
Por lo tanto, para que el biometano se convierta en una alternativa energética para el desarrollo de las áreas rurales es necesario la colaboración de las administraciones en el desarrollo de una regulación específica, así como, en la unificación y simplificación de los procesos de tramitación. Esto facilitaría y acortaría los plazos en la tramitación administrativa de las instalaciones.
Si quieres conocer el potencial de producción de biometano a partir de los residuos orgánicos generados en tu negocio, puedes hacer uso de la siguiente herramienta que ponemos a tu disposición: