Una de las razones por las que el biometano se ha convertido en un referente de energía renovable para acelerar el proceso de transición energética es su función como biocombustible para el sector del transporte. En especial, en aquellos nichos de difícil electrificación, como el transporte pesado por carretera o el marítimo.
La tecnología para la producción del biometano está madura y resulta beneficiosa para el medioambiente, la economía y la sociedad.
A la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero se le suma la producción basada en un modelo de economía circular, con el aprovechamiento de los residuos orgánicos y la obtención de subproductos de valor añadido, y descentralizada, lo que favorece la vertebración del territorio y la creación de empleo.
Además, la reciente puesta en marcha del Sistema de Garantías de Origen (GdO) de los gases renovables va a permitir garantizar el origen renovable del biometano, lo que dará impulso a su penetración en el transporte. De esta forma, los más de 32.000 vehículos de propulsión a gas que ya existen en nuestro parque de vehículos (mayormente pesados) podrán convertirse en unidades neutras en carbono.
El Sistema de GdO, junto al elevado potencial de España para la producción de biometano y la existencia de una red de estaciones para el repostaje, convierten a este gas renovable en una solución inmediata para la descarbonización del transporte.
El potencial de España para la producción de biometano
El potencial de España para la producción de biogás y biometano viene, en gran parte, asociado al desarrollo agroindustrial del país.
En este sector se generan gran cantidad de residuos orgánicos que pueden ser aprovechados para la producción de este gas renovable, bien para autoconsumo en las propias empresas, comunidades o municipios, o bien para su comercialización.
Esto sitúa a España como uno de los tres países con más potencial de residuos convertibles en biometano, junto a Francia y Alemania, según la Comisión Europea.
El incremento en la producción de biometano en España permitiría descarbonizar hasta un tercio de la demanda total de gas (137 TWh) y el avance en la descarbonización de la economía.
Actualmente, el país cuenta con 5 plantas de biometano operativas y se han identificado 2.326 plantas potenciales de producción de biometano distribuidas por todo el territorio nacional.
De estas 2.326 plantas potenciales, unas 1.566 corresponderían a plantas que valorizan residuos agroindustriales, aguas residuales (EDAR) y residuos sólidos urbanos (RSU), según el informe publicado por Sedigas.
Entre las barreras que es necesario superar para poder aprovechar todo este potencial de España para la producción de biometano se señala la necesidad de un marco legal y normativo que regule de forma eficaz la actividad relacionada con los gases renovables, así como reducir la complejidad relacionada con la obtención de permisos y la demora en los trámites para el desarrollo de los proyectos de biometano.
Una red de estaciones para el repostaje de biometano
El biometano como biocombustible se utiliza en forma de gas natural comprimido (bio-GNL) o gas natural licuado (bio-GNL), pudiendo usarse en camiones con propulsión a gas natural.
Según datos de Gasnam Neutral Transport, el país cuenta con un parque de vehículos a gas natural de 32.000 unidades (camiones GNL y autobuses GNC) y con una red de repostaje de gas en crecimiento, con unos 163 puntos por todo el país.
El gas natural suministrado en estos puntos de repostaje puede ser sustituido por biometano vehicular y contribuir a alcanzar los objetivos de descarbonización de este sector, de forma inmediata. Algo que es ya posible gracias a la puesta en marcha del Sistema de GdO´s.
Casos de éxito para el biometano vehicular
El uso del biometano vehicular se ha venido probando desde hace ya varios años en proyectos pilotos como el de la Mancomunidad de la Comarca de Pamplona (MCP).
En este caso, el biometano generado a partir de los residuos orgánicos procedentes de la depuradora de aguas de Arazuri se ha empleado en tres autobuses de la flota de la Mancomunidad y dos camiones de recogida de residuos. Esos han sido los primeros vehículos pesados en España movidos por gas renovable. Actualmente, la MCP cuenta con una flota de 13 vehículos que circulan con biometano.
Otro caso de éxito es el del Consorcio de Transportes del Área de Zaragoza (CATZ), que realizó su primera prueba piloto con biometano en el año 2020, poniendo en circulación un autobús de la línea Villamayor de Gallego – Zaragoza. Un año más tarde, el biometano movía dos autobuses de la línea más usada de la zona, la que conecta Zaragoza con Cuarte de Huerva, con 480.000 viajeros al año y una media de distancia recorrida de casi 400 kilómetros en un día laborable.
Por su parte, el biometano generado a partir de los residuos orgánicos del Parque Tecnológico de Valdemingómez se está usando para mover los 20 autobuses de la línea C1 de EMT Madrid. Una línea que recorre 1 millón de kilómetros y transporta 4,43 millones de viajeros al año.
En lo que ha transporte de mercancía se refiere, HAVi Spain cuenta con una flota de más de 50 camiones que se mueven con gas natural y que, ahora, están repostando biometano en la gasinera que tienen en sus instalaciones de Esparraguera (Barcelona). Eso les permite reducir las emisiones de CO2 en más de un 90% respecto al uso de diésel como combustible.
Todos estos casos de éxito y el gran número de proyectos que están en desarrollo son prueba del papel fundamental del biometano como solución real para lograr una descarbonización inmediata del transporte.
Si quieres conocer tu potencial de producción de biometano para su utilización como biocombustible, puedes hacer uso de la siguiente herramienta que ponemos a tu disposición: