El sector gasista calcula que casi el 50% de la energía necesaria para mover la sociedad no puede ser electrificada. Algo que obliga a buscar otras alternativas energéticas, como los gases renovables.
Estos gases renovables, entre los que se encuentra el biometano, han cobrado aún más protagonismo en estos momentos, como alternativa para garantizar el suministro energético.
Frente a una Europa en la que países como Alemania y Francia aventajan a España en la producción de biometano, el país se ha quedado rezagado en iniciativa e interés.
El Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) 2021-23 no ha dado la relevancia debida a los gases renovables, algo que ahora desentona con los objetivos marcados en el reciente Plan REPowerEU aprobado por la Comisión Europea.
Esto ha obligado al Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO) a plantear la ampliación de los objetivos con respecto al biogás, biometano e hidrógeno en la próxima actualización del PNIEC, prevista para 2023.
Una de las problemáticas que argumenta el actual PNIEC para el desarrollo del biometano es la necesidad de una Hoja de Ruta y un sistema de garantías de origen de los gases renovables. Algo que ya se ha solventado con sus recientes aprobaciones.
Una Hoja de Ruta poco ambiciosa
La Hoja de Ruta del Biogás aprobada por el Consejo de Ministros, a propuesta del MITECO, identifica los retos y oportunidades del desarrollo de este gas de origen renovable en el país.
En ella se plantea como objetivo multiplicar por 3,8 la producción de este gas renovable hasta 2030, superando los 10,4 TWh, reforzando la economía circular y fijando población en el ámbito rural, gracias al crecimiento de la cadena de valor empresarial.
La producción del biogás y el biometano está enfocada en la valorización de residuos (agropecuarios, industrias agroalimentarias, municipales y lodos de depuradora) y se impulsará su aprovechamiento por dos grandes vías: la producción de electricidad y calor útil, principalmente en la industria, y su utilización como biocombustible sostenible en movilidad.
Esta Hoja de Ruta, que contempla 45 medidas concretas en cinco ejes de actuación (regulatorios, sectoriales, económicos, transversales y de impulso de la I+D+i), plantea entre sus medidas la creación de garantías de origen para el gas renovable, ya aprobadas, y la posibilidad de fijar objetivos y cuotas de suministro o uso para desarrollar el mercado.
Ahora bien, desde la Asociación Española de Gas (Sedigas) se considera que el objetivo de multiplicar por 3,8 la producción de biometano en España resulta poco ambicioso.
Este objetivo supone que el 1% del gas consumido a través de la red gasista, en 2030, sea biometano, cuanto el país tiene la capacidad de alcanzar el 10% de la demanda de gas natural (38 TWh de Biometano), estando a la altura de otros países como Francia.
Además, desde Sedigas también se pide priorizar el potencial del biometano como sustituto efectivo del gas natural, utilizando la misma infraestructura ya construida y operativa.
España cuenta con una infraestructura gasista de más de 100.000 kilómetros de red de transporte y distribución ya preparados para la circulación de gases renovables.
Una red que debería seguir siendo útil en el largo plazo y utilizarse para el reemplazo progresivo del gas natural por biometano. Un aspecto que debería haber quedado recogido, de forma más explícita, en la Hoja de Ruta del biogás.
El país dispone de un gran potencial de gases renovables, reconocido por la Unión Europea (EU). Algo que es fundamental para garantizar la seguridad de suministro energético y para el proceso de descarbonización de la economía, y que está alineado con los compromisos y los objetivos de reducción de la dependencia energética exterior y de descarbonización asumidos desde Bruselas.
Unas de las barreras que frenaban su desarrollo era la necesidad de establecer un sistema de garantías de origen de los gases renovables, tal como contempla la Hoja de Ruta del biogás, y que, recientemente, ha sido aprobado.
El esperado sistema de garantías de origen de los gases renovables
El pasado 17 de mayo, el Consejo de Ministros aprobó el esperado sistema de garantías de origen de los gases renovables, a través del Real Decreto 376/2022.
Este sistema de garantías de origen es el que permitirá certificar, a los comercializadores y consumidores, el origen renovable del biometano y, así, diferenciarlo del gas de origen fósil.
La norma también incorpora al ordenamiento jurídico interno los criterios de sostenibilidad y de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero de la normativa comunitaria para la biomasa sólida y el biogás, los biocarburantes y los biolíquidos para transporte, usos eléctricos, calefacción y refrigeración, así como los objetivos de penetración de los biocarburantes a partir del año 2023, que deberán alcanzar el 12% del consumo en 2026.
Entre los aspectos que recoge este sistema de garantías de origen figura la creación de un Censo de Instalaciones de Producción de gas renovable y un Comité de Productores.
Es decir, el sistema contará con un registro de instalaciones de producción de biometano que permitirá a productores y comercializadores intercambiar las garantías de origen de forma transparente y segura dentro del sistema, que documentará la producción, transferencia y cancelación de las garantías de origen.
Las garantías serán expedidas al productor del gas, estando la instalación previamente inscrita en el Registro de instalaciones habilitado, y cada una corresponderá a un volumen estándar de 1 MWH.
La validez de las garantías de origen se establece por un periodo máximo de 12 meses, desde la fecha de producción de la unidad de energía correspondiente. Estas garantías serán exportables a otros Estados miembros de la UE.
El sistema de garantías de origen contará con un gestor técnico que será la entidad responsable del sistema.
Este gestor técnico, tal como se dispone en el RD, será en un principio Enagás, hasta que el MITECO disponga de los medios humanos y materiales para ejercer sus funciones.
La previsión es que el sistema de garantías de origen de los gases renovables esté en pleno funcionamiento para el 2023, lo que permitirá dar impulso al desarrollo del biometano en nuestro país.
La reciente aprobación de este sistema de garantías y la próxima actualización del PNIEC nos situaría en línea con los nuevos objetivos de aceleración de los gases renovables, por los que apuesta la UE, para hacer frente al cambio climático y a la seguridad energética.
Unos objetivos más ambiciosos que elevan la producción de biometano hasta los 35.000 metros cúbicos (35 bcm) y para los que tiene previsto destinar unos 10.000 millones de euros para reforzar las infraestructuras gasistas por las que circulará este gas de origen renovable.
Si quieres conocer el potencial para la producción de biometano a partir de los residuos orgánicos generados en tu industria, puedes hacer uso de la siguiente herramienta que ponemos a tu disposición: