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Tubos de metal en una planta de biometano.

Ventajas y oportunidades del biometano

El biometano es un gas renovable versátil, que puede sustituir al gas natural de origen fósil en la mayoría de sus usos actuales sin necesidad de invertir en nueva infraestructura, tanto a nivel doméstico e industrial, como en vehículos.

Esta característica ha acentuado el interés por este gas renovable ante el momento actual de crisis energética y de suministros, provocada por la situación geopolítica.

Tanto es así, que la Comisión Europea ha duplicado el objetivo de producción interna de biometano para 2030 hasta los 35.000 millones de metros cúbicos anuales, a través del plan REPowerEU.

El biometano permite descarbonizar el consumo de gas que esté conectado a la red de gas natural, pero también el consumo industrial o en el transporte como gas comprimido (GNC) o licuado (GNL).

Algo que se debe a su origen renovable y a la captura de emisiones que se produce con la gestión de residuos orgánicos para su producción.

Además, esta gestión de residuos orgánicos, a través de la valorización energética para la producción del biometano y la valorización de los digestatos (subproducto) como fertilizantes, se enmarca dentro de los principios de la economía circular.

El biometano, por tanto, permite contribuir a los objetivos climáticos europeos, al reducir las emisiones de CO2 equivalente, mejorando la calidad del aire, contribuyendo a la seguridad del suministro y a la independencia energética, respecto de terceros países.

Con su producción, también se favorece el desarrollo social y económico de las zonas rurales, donde existe una mayor producción agroalimentaria, generadora de los residuos orgánicos a partir de los que obtener este gas renovable.

Toda una serie de ventajas y oportunidades que impulsan su desarrollo.

 

Cómo se produce el biometano

El biometano puede obtenerse a partir del lavado del gas de síntesis generado en la gasificación de la biomasa (100% renovable), del proceso Power-to-Gas, cuando la energía eléctrica utilizada procede de fuentes renovables y el hidrógeno se convierte en metano por procesos biológicos junto al CO2, o bien a partir de la depuración del biogás (upgrading) obtenido tras la digestión anaerobia de los residuos orgánicos.

De todos estos procesos, el que más interés despierta es el upgrading, debido al potencial de residuos orgánicos que pueden ser gestionados para la obtención de este gas renovable.

El biogás puede obtenerse a partir de residuos orgánicos procedentes del sector agroalimentario (deyecciones ganaderas, restos de poda, cultivos energéticos, desechos procedentes de la transformación de alimentos, etc), de los lodos de plantas depuradoras de aguas residuales o de los residuos orgánicos domésticos e industriales.

El biogás generado presenta una concentración en metano (CH4) en torno al 50-75%, junto a un 25-50% de dióxido de carbono (CO2) y otras impurezas como nitrógeno (N2) u ácido sulfhídrico (H2S).

Este CO2 y resto de impurezas deben ser separadas del gas e incrementar la concentración de CH4 (96%) para obtener el biometano.

Una separación que se puede realizar mediante distintos métodos, como la adsorción con carbón activo, la absorción química, el uso de membranas, cambios de presión o métodos biológicos.

El gas biometano resultante es de mayor calidad que el biogás, alcanzando los estándares de calidad exigidos para su uso como sustituto del gas natural de origen fósil.

 

Condiciones y estándares de calidad exigidos para el biometano

Para poder proceder a la inyección de biometano en la red gasista de gas natural y sustituirlo, tanto como fuente de energía en hogares, industria o incluso en el transporte, este debe cumplir con unas condiciones y estándares de calidad.

Para ello, desde la Unión Europea se han publicado una serie de Directivas y Reglamento, que legisla estos aspectos y que son de obligado cumplimiento:

  • Directiva 2009/73/CE del Parlamento Europeo y del Consejo, de 13 de julio de 2009, sobre normas comunes para el mercado interior del gas natural y por la que se deroga la Directiva 2003/55/CE.
  • Directiva (UE) 2018/2001 del Parlamento Europeo y del Consejo, de 11 de diciembre de 2018, relativa al fomento del uso de energía procedente de fuentes renovables.
  • Reglamento (UE) 2017/1938 del Parlamento Europeo y del Consejo, de 25 de octubre de 2017, sobre medidas para garantizar la seguridad del suministro de gas y por el que se deroga el Reglamento (UE) nº 994/2010.
  • Resolución de 8 de octubre de 2018, de la Dirección General de Política Energética y Minas, por la que se modifican las normas de gestión técnica del sistema NGTS-06, NGTS-07 y los protocolos de detalle PD-01 y PD-02.

En esta última normativa, la Resolución de 8 de octubre de 2018, se determina que el biometano inyectado en red debe cumplir con una serie de condiciones, en cuanto al contenido en CO2 (< a 2 mol%), punto de rocía de agua (< – 8˚C) y volumen de inyección en red de transporte troncal (< 5.000 m3/h).

A esta normativa se le suma la reciente aprobación del sistema de garantías de origen de los gases renovables, con el que se podrá certificar el origen renovable del biometano para su uso, distribución y comercialización.

 

Avances en el desarrollo de la tecnología del biometano en España

Mientras que, en el resto de Europa, el número de plantas de biometano ha crecido en un solo año un 17%, alcanzando un total de 922 plantas, en España este desarrollo va más lento.

Entre los proyectos que se han puesto en marcha en los últimos años tenemos:

  • El proyecto UNUE en Burgos, que tiene como objetivo producir e inyectar en la red gasista aproximadamente 20 GWh de biometano al año (Bioenagas, Suma Capital, AGF Procesos y Biogasnalia).
  • La granja vacuna de la empresa Torre Santamaría en Lleida, que producirá 30 GWh (Nedgia y Axpo Iberia).
  • Proyecto Elena, que produciría 12 GWh de gas renovable procedente de vertedero en Cerdanyola del Vallés, en Barcelona. (Naturgy).
  • Planta de biometano en el depósito controlado Can Mata, situado en Els Hostalets de Pierola, Barcelona (Ferrovial, Nedgia y Waga Energy).

A estos proyectos, se le ha ido sumando otros más recientes que supondrán una producción de biometano para su inyección en red de alrededor de 200 GWh al año.

Antes de que finalice el 2022, se espera que existan 12 plantas de biometano en funcionamiento y 30 más en proyecto, según GASNAM. Una cifra que aumenta en su previsión para 2024, alcanzando las 64 plantas de biometano, que generarán una potencia total de 2.077 GWh/año, frente a los 162 GWh/año actuales.

Un buen crecimiento para una tecnología con gran potencial de desarrollo en España que, aún así, nos mantiene rezagados respecto a la producción actual de Francia (4.000 GWH/año).

 

Si quieres conocer el potencial para la producción de biometano a partir de los residuos orgánicos generados en tu industria, puedes hacer uso de la siguiente herramienta que ponemos a tu disposición:

Calculadora Biometano

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